Mengabril está unido de manera intrínseca al campo ya que se trata de un núcleo rural eminentemente agrícola.
La agricultura aquí es el motor principal de la economía, ligada principalmente a los cultivos de regadío como el tomate o el maíz.
El término municipal de Mengabril es de aproximadamente 50 kilómetros cuadrados, de los que la mayoría se dedican precisamente a estos dos cultivos.
La estrecha relación de sus gentes con el campo se aprecia también en la arquitectura vernácula del pueblo con casas que en la tradición popular se denominan de labradores o de jornaleros.
Otra prueba más de su relevancia agraria es que durante muchos años y según cuenta el imaginario de Mengabril, el pueblo fue conocido como La villa de los ajos debido a la gran producción que aquí se daba de este alimento.
Mengabril no se entiende sin el campo, ni tampoco sin el agua del río Ortiga. De hecho, como ya te contábamos cuando hablamos de su ubicación, el pueblo se haya en la orilla izquierda de este cauce que a escasos kilómetros de aquí, en Medellín, se une con el Guadiana.